Los amantes del motor y la automoción suelen invertir su tiempo y dinero en mejorar su vehículo. Cambiar llantas, optimizar motor, mejorar los accesorios interiores… los componentes de un vehículos son muchos, como también los son aquellos susceptibles de ser cambiados o mejorados. Sin ir más lejos uno de esos componentes son los discos de freno deportivos.
En este artículo de EscapeyBujía queremos hablar de ellos, ya que se trata de una pieza muy importante, y que más quebraderos de cabeza suele dar a los usuarios, cuando deciden cambiarlos y, sobre todo, cuando no hacen una buena elección.
Los discos de freno son importantes en muchos aspectos, tal como nos indican desde Audioledcar, no sólo se trata de elegir los mejores discos de freno. Si no, también de cuidarlos y comprenderlos bien. Más allá de cambiar ciertas piezas por el mero placer de optimizar tu coche, lo cierto es que los discos de freno son una de esas piezas fundamentales para nuestra seguridad. Muchos usuarios desconocen los síntomas de unos discos de frenos desgastados. Por lo que, cuando un coche vibra o cada día frena de forma diferente, no saben con qué relacionarlo. Para ello, es importante conocer el funcionamiento de los discos de freno y, de esta forma, solucionar el problema relacionado con los discos de freno de tu coche y por ende saber escoger los mejores cuando haya que cambiarlos.
Contenidos
¿Cómo funciona un sistema de frenos?
Para que nos entendamos. Cuando pisamos el pedal de freno de nuestro coche, este está conectado a una bomba hidráulica, que presiona el líquido de frenos hasta las pinzas de freno en los que se encuentran los pistones, que empujan las pastillas de freno, siendo éstas un elemento de fricción fijo, contra el propio freno, que es el elemento de fricción móvil. En consecuencia, cuanta más presión hagamos sobre el pedal de freno, más fuerza harán las pastillas sobre el disco, habiendo mayor deceleración.
Por medio de todo este proceso, lo que estamos haciendo es transformar la energía cinética en calor. En consecuencia:
- Cuanta más velocidad y masa, los frenos tendrán que disipar más energía en forma de calor.
- Para ello, el tiempo es un factor fundamental. Cuanto menos tiempo de frenada, la cantidad de energía necesaria (o potencia de frenado) por segundo será mayor. Lo cual implica mayor calor.
En conclusión, lo que produce muchos de los problemas, que podemos tener con nuestros frenos, son la temperatura y el calor.
¿Cómo fallan, y por qué, los discos de freno?
Los motivos por los que los discos de freno de nuestro coche pueden fallar son varios.
Cracking en los discos de freno
Esto se produce por ciclos de frío-calor, que debilitan la fundición del disco. Cuando el disco de freno se calienta por encima de los 900º, el hierro se dilata y las partículas de carbono, que contiene, se quedan libres. Al enfriarse el hierro, estas partículas se enfrían más despacio adoptando una nueva posición en la matriz del hierro, provocando nuevas tensiones internas, que debilitan el metal de los discos de freno, produciendo su rotura. Para evitar esto, lo recomendable es calentar y enfriar los discos de freno de manera progresiva. Cuando sucede esto, es muy importante cambiar nuestros discos de freno.
Microfisusras
Estas pequeñas roturas son el preludio del cracking. También se producen por “estrés” térmico. Aunque en este caso, no significa que la calidad del frenado disminuya, a no ser que se conviertan en roturas mayores.
Discos de freno doblados
Esto es lo que sucede cuando notamos la vibración en el volante y en el propio pedal de freno. Esta situación se produce, cuando se advierten distintos grosores en diferentes puntos del disco. Aunque también puede deberse a una variación del espesor. En cualquier caso, habría que hacer una inspección.
Material mal transferido a la superficie del disco
Cuando la pastilla de freno alcanza su límite térmico, supone un problema. Ya que se transfiere irregularmente este material de fricción al disco. Cuando este material se asienta, se produce la variación de espesor produciendo ruido y vibración en las frenadas o cuando paramos el coche completamente, los frenos están muy calientes y mantenemos el pedal de freno apretado.
Conicidad
Esto es consecuencia de un mal montaje del disco, viéndose obligado a trabajar y soportar esfuerzos transversales a la superficie de fricción. Como el disco no fricciona de forma paralela trabaja a diferentes temperaturas y produce calentamientos anormales, tensiones estructurales y vibraciones.
Coloración
Hay ocasiones en las que nuestros discos de freno se vuelven de color azul o morado. Esto es consecuencia de las altas temperaturas a las que ha tenido que trabajar o por un mal rodaje. Si se trata de la primera opción, no habría necesidad de cambiarnos, bastaría con revisarlos. En caso de tratarse de la segunda opción, sí sería necesario hacer un cambio.
¿Cómo elegir unos frenos deportivos para coche?
Volviendo al tema principal, si lo que pretendes es cambiar los frenos de tu coche por unos que te permitan una conducción más deportiva, a continuación te damos las opciones que puedes encontrar en el mercado.
Frenos deportivos de Latiguillos metálicos
Casi todos los coches, deportivos o no, cuentan con tubos flexibles que unen los conductos metálicos y rígidos con las pinzas de freno. Dichos tubos flexibles son inevitables porque la mangueta oscila con los movimientos de la suspensión del propio vehículo. Al ser flexibles, permiten el movimiento sin romperse. Sin embargo, a medida que necesitamos más potencia de frenada, estos se vuelven menos efectivos y se expanden al pisar el pedal de freno, lo cual hace que no se transmita la presión necesaria hasta la pinza de freno. ¿Cuál es la solución? Cambiarlos por unos latiguillos metálicos, que aguantan la corrosión.
Frenos deportivos de discos de fricción
Dependiendo de su método de fabricación y su composición, estas piezas pueden modificar de forma considerable las características térmicas y mecánicas de nuestros discos de freno. De hecho, existen marcas de este tipo de discos, que aplican procesos criogénicos que acercan la temperatura de enfriamiento al 0 absoluto para conseguir más estabilidad térmica. En el mercado podemos encontrar dos tipos: discos perforados y discos rayados. La ventaja de los dos tipos frente a los lisos es que, frente a los distintos tipos de suelo que podamos encontrar se encargan de limpiar las pastillas, evitando la cristalización y permitiendo que los gases salga de forma efectiva reduciendo la temperatura. No obstante, para una conducción más exigente, los discos rayados son más idóneos.
Frenos deportivos de pastilla racing
Estos son aconsejables siempre y cuando conduzcamos más por ciudad, que por autovía. Este tipo de pastillas están elaboradas por compuestos cerámicos que no funcionan con frío. La mayoría de las pastillas de “calle” vienen marcadas con un código(EBC HH), que nos indica su coeficiente en fricción tanto en frío como en caliente. Obviamente, en el mercado existen otras pastillas compuestas, que valen para todo. Pero en cualquier caso, es fundamental hacerles un correcto rodaje. También existen kits preparados para alojar varios tipos de pastillas.
Frenos deportivos de líquido
Existe una relación fundamental y básica: cuanto mejor es el líquido de freno, más alto será su punto de ebullición, y más tarde aparecerá la fatiga en los frenos. Los líquidos de freno sin silicona tienden a absorber agua ambiental, por lo que es recomendable cambiarlo una vez al año. Por el contrario, los líquidos de freno con silicona no son los recomendables para calle, su composición podría dañar las gomas y los sellos de estanquicidad del circuito. Sin embargo, son más estables con la temperatura.
Discos de freno separables o flotantes
Se trata de discos de 2 piezas: un núcleo de aluminio y una pista de frenado. Este tipo de discos cuentan con muchas ventajas, ya que el aluminio es un escudo térmico, que reduce la temperatura y la distorsión del núcleo, sin afectar a la pista.
Pinzas de freno de titanio
Un material muy ligero y con poca conductividad elecrica y térmica. Esto hace que se cree una barrera contra el calor, retrasando la fatiga que cauda la ebullición del líquido. En el mercado podemos encontrar varios tipos de pinzas de frenado.
- Pinzas monoblock. Es decir, de una sola pieza. Cuentan con la ventaja de ser más ligeras, pero no siempre son las más apropiadas debido a su rigidez.
- Pinzas separables. Esta es la opción más recomendable, aunque no es la más tecnológica.
Después de esta guía con todas las claves, está preparado para saber elegir unos buenos frenos deportivos y que no te den “gato por liebre”.
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