¿Te gustaría saber más sobre la biela? En Escape y Bujía te explicaremos las características y principales averías que pueden ocurrirle a la biela. Este es uno de los elementos más problemáticos en casos de fallo del motor. Al ser un sistema complejo, es necesario conocer sus funcionamientos para prevenir cualquier tipo de daño que pueda ser perjudicial para el sistema.
La biela, aunque no lo creas, juega un importante papel en el buen funcionamiento del motor. Si has llegado a sufrir una avería, se puede producir un fallo grave conocido como picado de biela, que puede llegar a destruir la mecánica, siendo tan grave que incluso el dueño del coche tendría que sustituir el sistema.
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¿Qué es la biela?
Antes de explicarte sobre la avería y cómo puede producirse, primero debes saber con exactitud qué es la biela y cuál es su principal función. Este elemento mecánico es una barra cuyo pie y cabeza tienen una forma circular. La biela genera movimiento desde sus articulaciones al motor u otras partes de la máquina, al ser sometida por esfuerzos de compresión o tracción.
La función principal de la biela es conectar el cigüeñal con el pistón que se encuentra en el cilindro, permitiendo generar movimiento; este último es similar al movimiento generado por una bicicleta al pedalear. Todo esto permite que la combustión de la mezcla de aire y carburante se realice de manera correcta.
La biela es un elemento generalmente fuerte, pues la industria automotriz tiende a fabricarla con acero templado forjado; sin embargo, los motores de altas prestaciones contienen una biela con una aleación de titanio u aluminio. Aunque es altamente resistente, debe ser ligero.
Su función requiere de esta ligereza para generar el movimiento. Si llegase a pesar más de lo necesario, se destinará más energía para poder moverla.
Función de la biela
Como te explicamos antes, la biela realiza un movimiento, descendente y ascendente, en el pistón, el cual genera a su vez el movimiento circular del cigüeñal. Básicamente, en un motor de cuatro tiempos, este elemento hace que en la admisión el pistón baje hasta lo más mínimo, permitiendo que pueda entrar la mezcla de gases.
Durante la compresión, la biela permite que el pistón vuelva a ascender, logrando que, al alzar la presión, la mezcla de los gases reduzca su volumen. Sin embargo, al momento de la explosión, tanto el pistón como la biela son bajados de manera abrupta.
Finalmente, en el escape, el mencionado elemento hace que el pistón suba y expulse lo gases provocados por la combustión.
¿Cuáles son los diferentes tipos de biela?
Tal y como estás intuyendo, la biela es un elemento que tiene diferentes tipos con sus específicas funciones, todo gira en la unión de la mitad fija de la cabeza al sombrerete.
Uno de los tipos de biela se llama enterizo, debido a que no cuenta con un sombrerete desmontable, sino que está formado por una sola pieza. Todo esto permite que el giro sea junto al cigüeñal, haciendo que la única manera de separarlo sea por una muñequilla desmontable.
El siguiente tipo de biela se llama aligerada, pues lo que divide la cabeza de la biela en dos mitades, así como el plano encontrado en lo ejes del pie y la cabeza, no forma un ángulo recto.
Partes esenciales de la biela
Es importante entender que la biela está conformada por tres partes esenciales para su funcionamiento.
La cabeza
Comenzamos con la cabeza, la cual se encuentra en un extremo. Es fácilmente reconocible porque su agujero tiene un diámetro bastante significativo y a su vez tiene una subdivisión: una está unida al cuerpo y la otra se llama sombrerete, la cual puede desmontarse.
El sombrerete solo se puede unir al cuerpo al utilizar pernos. Los dos elementos que forman la cabeza encajan a presión en el cilindro de metal, comúnmente conocido como casquillo.
El pie
La segunda parte que conforma la biela es conocida como el pie. A diferencia de la cabeza, el pie posee una circunferencia con un diámetro mucho más pequeño y cuenta con un cojinete a presión por el que pasa la barra cilíndrica que permite que se pueda unir el pistón con la biela.
El cuerpo
Además de unir los dos extremos antes comentados, el cuerpo tiene una importante función, pues es el que recibe y soporta la presión causada por la tracción-compresión. Su forma puede variar aunque es común encontrar el que se asemeja a una H, con bordes anchos y centro fijo; también lo puedes encontrar con un forma de I e incluso de cruz.
Principales averías en la Biela
Al principio del artículo hablamos del picado de biela. Esta se trata de una de las averías más graves de este elemento, pues puede provocar grandes daños al motor. Ocurre generalmente durante la combustión, que es cuando más esfuerzo sufre la biela. Si dicho proceso ocurriese antes de que el pistón llegue hasta el final del recorrido, lo obliga a bajar antes de tiempo, produciendo así un choque de fuerzas.
El cigüeñal, por su parte, empuja la biela y el pistón para arriba mientras que la explosión lo empuja para abajo. Este choque afecta tanto a la biela como al cigüeñal, llegando a romperlos y dañarlos junto al motor.
¿Qué provoca el picado de Biela y cómo descubrirlo a tiempo?
Comúnmente, la explosión prematura puede ocurrir por una gran variedad de razones, pero una de las más comunes y principales es un mal ajuste del encendido de los motores.
Esto puede generar que la chispa se produzca prematuramente, aunque debes tener en cuenta que los combustibles de mala calidad también pueden llegar a producir esta situación.
También debes escoger correctamente la bujía, pues una inapropiada produce la chispa y explosión prematura al acumular calor.
En el caso de los motores de diesel, lo que generalmente produce el picado es un fallo en la inyección, desde alguna presión inadecuada hasta algún problema con los inyectores.
Si quieres evitar que esta avería dañe de manera irreparable tu motor y sus elementos, incluyendo la biela, presta atención al sonido que genera; es decir, si escuchas un claqueteo metálico cuando aceleras utilizando marchas largas con bajas revoluciones, entonces es casi seguro que tu coche tenga este fallo.
Debes detener el coche inmediatamente, llamar a una grúa y llevar el vehículo a un taller mecánico, aunque también puedes bajar las marchas haciendo que el motor gire a más revoluciones. Esto último es una opción en caso de que no puedas detener el coche.
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