¿Quieres cambiar el tubo de escape pero no sabes cómo? En Escape y Bujía te diremos los pasos que tienes que seguir para cambiar correctamente el tubo de escape de tu coche; además te explicaremos cuáles son las señales que indican que es el momento de cambiarlo.
Entre las funciones principales del tubo de escape está el reducir el ruido y la velocidad con la que salen los gases; además de regular la temperatura y disminuir la emisión de contaminantes. En general es un elemento importante que mejora el rendimiento del motor.
El tubo de escape es un sistema complejo que puede dañarse debido al mal uso o por el exceso del mismo. El problema es que si hay una corrosión, este puede extenderse por otras partes del motor y afectar el resto de los mecanismos.
Contenidos
¿Cuándo cambiar el tubo de escape?
Lo primero que debes saber es que se estima que se tiene que cambiar el tubo de escape cada 80.000 kilómetros. Puedes renovarlo antes o después de superar la esta cifra; sin embargo, te recomendamos que sea cambiada con anticipación para mantener el coche en óptimas condiciones.
Si el tubo llega a acumular humedad, esto provocará una erosión que lo dañará. Lo mismo ocurre cuando se conduce tramos cortos de menos de 10 minutos; sucede porque la pieza no se calienta lo suficiente como para evaporar el agua. Lo otro que debes tener en cuenta es que si empiezas a oír ruidos extraños, tienes que renovarlo.
Tienes que estar pendiente de los ruidos extraños, principalmente de golpes metálicos que se sienten desde el suelo. Esto es súper importante porque significa que la pieza se está rompiendo. El molesto ruido puede aumentar cuando se acelerara el coche.
Ahora bien, un aspecto a tener en cuenta es el aumento injustificado del consumo de gasolina. El problema es que muchas veces esto puede ser un indicador de otro problema, por lo que tienes que estar pendiente pues es uno de las señales más comunes.
Asimismo, una manera de conocer con exactitud el estado del tubo de escape es realizar una verificación general del sistema cada 50.000 kilómetros. Tienes que prestar atención a las piezas del tubo, tales como los anclajes, tubería, entre otros.
Tubos de escape: Partes del sistema
Antes de saber cómo cambiar el tubo de escape primero debes conocer cuáles son los elementos que la componen. Tienes que entender las partes del sistema están conectados entre sí. Comenzamos con el colector. Este recoge los gases de la combustión para posteriormente introducirlos en el tubo por medio del circuito de escape.
Posteriormente los gases pasan por el catalizador donde son tratados químicamente y también por el filtro de partículas, especialmente en los motores diésel, donde la toxicidad y la concentración de CO2 se reducen.
Para finalizar estos gases pasan por dos silenciadores que atenuarán el ruido del motor para evacuarlo al exterior con éxito.
¿Cómo puedo detectar el problema?
Anteriormente te contamos sobre algunos indicios que te podrían ayudar a identificar el problema del tubo de escape. Los ruidos inusuales, la vibración en la parte trasera del coche, la pérdida de combustible, son algunos de los síntomas más comunes. Estos generalmente indican que hay que reemplazar el silenciador posterior; si el ruido es más fuerte y chirriante, entonces el problema es el silenciador central.
Ahora bien, si notas que hay un espeso humo negro saliendo del tubo de escape, significa que el problema está en el catalizador o el filtro de partículas. La degradación de las partes del tubo de escape generalmente sucede debido al agua que procede de la condensación interna del motor o por humedad proveniente del exterior del vehículo.
Los golpes y accidentes también son dañinos y provocan múltiples problemas en el mecanismo. Cuando pases todas estas cosas significa que debes sustituir inmediatamente las partes afectadas para evitar una propagación de la degradación de otras partes del motor.
¿Cómo puedo cambiar el tubo de escape?
Lo más recomendable es que un experto realice el cambio pero si decides hacerlo por ti mismo, primero debes saber es que todas las piezas y modelos nuevos que usarás deben ser originales; esto es para asegurar su durabilidad y la calidad. Por otra parte debes asegurarte que estén homologados y validados por la ITV; sobre todo en los tuning.
Ahora que sabes esto lo primero que tienes que hacer el elevar el coche en un lugar seguro. Está claro que lo mejor sería un elevador profesional pero puedes conseguir el mismo efecto utilizando unas borriquetas y tacos. Ahora que ya puedes visualizar el tubo de escape, verifica alguna corrosión en las soldaduras y si se extienden a los demás elementos del tubo de escape.
Si ya pudiste identificar el lugar del problema es hora de repararlo. Debes soltar los anclajes del tubo de escape que vas a remplazar. Es común que la primera vez que se cambie, sobre todo en los coches nuevos, se desacople golpeando la pieza con una maza de goma. No obstante, hay mecánicos que prefieren utilizar una abrazadera con una masilla selladora para sellar las partes.
El tubo debe ser cortado por los costados de conexión de la pieza. Si el problema es el silenciador posterior o colector, tienes que cortar solo un costado. Una vez retirada la pieza dañada, es momento de instalar el recambio nuevo.
Introduce la abrazadera y posteriormente utiliza una masilla selladora en las conexiones y coloca el tubo en el sistema. Ya tienes casi todo el proceso completado, lo que falta por hacer es fijar los anclajes del tubo de escape a los bajos. Cuando la masilla esté seca, puedes volver a encender el motor.
¿Has cambiado el tubo de escape de tu coche o todavía está nuevo? Respondenos en los comentarios